Mas si el vivir en la carne resulta para mi en beneficio de la obra, no sé entonces que escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros. Filipenses 1:22-
Indigencia y riqueza (TESTIMONIO)
La vejez es la indigencia por excelencia.
Tuve la ingenuidad de creer que la vejez nunca me alcanzaría . No podía imaginar este cansancio que me invade desde la cabeza hasta los pies. Cuando resulta imposible hacer las tareas cotidianas, uno se vuelve cada vez más dependiente de los demás. Entonces hay que aceptar, minuto a minuto, ese estado de incapacidad que aumenta día a día. Sé que dentro de un mes será aún más difícil que hoy. ¡ ¡Eso es muy duro! Nunca viví algo tan difícil, pero también reconozco hasta qué punto es saludable...
desde el punto de vista espiritual.
Por el momento lo que debo hacer es abandonarme en las manos de Dios...Me había preparado para la muerte, pero no para la vejez. Había imaginado que mi muerte sería un punto final a mi vida llena de proyectos y actividades...Ahora sé que debo espera ese último momento. Tengo que pasar por la prueba de la gran vejez con las debilidades físicas y la dependencia que ella conlleva. Mi muerte está cercana... Me preparo para ese momento haciendo lo más importante en el tiempo que me queda por vivir. Es una etapa importante que Dios me permite atravesar para que pueda poner orden en mi interior antes de presentarme ante el Señor .
Al acercarme a la eternidad veo la muerte como ese movimiento que hacen los niños cuando se echan en los brazos de su padre. Vuelvo a considerar esta verdad esencial de mi fe en el Señor
¡ Soy su hija !
Queridos hermanos y amigo he leído este testimonio y lo quiero compartir con vosotros
Que nuestro Señor os bendiga grandemente
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