Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso sudeseo no se sacia.
Eclesiastés 6: 7
Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Juan 6: 35
¡ La pregunta prohibida!
Un empresario había hecho una fiesta para celebrar su éxito.Los invitados se reunieron alrededor de los bufés para felicitar a su anfitrión . Un invitado le dijo ¿ Usted tiene mucha suerte! ¡Los negocios marchan bien , tiene una esposa y unos hijos estupendos!
El empresario le respondió : Tiene razón. las cosas van muy bien . Pero de repente, con un tono más serio, prosiguió diciendo mientra señalaba a su pecho: Pero no me pregunte cómo me va aquí adentro!
¡ Esa era la pregunta que no se debía hacer!
¡ Qué lúcida y terrible confesión!Traiciona el desconcierto de este hombre!El éxito social y familiar se empeña ante el efecto de esta angustia interior, de este malestar indefinible que carcome a muchos de nuestros contemporáneos. En efecto, ni loe éxitos profesionales ni las distrcciones y los placeres de la vida social pueden curar ese malestar interior. Solo hay una persona que puede hacerlo y dar la paz y la verdadera felicidad: Dios Él ve la miseria escondida en esos corazones bajo apariencias engañosas, Él conce su anhelo de colmar es vacio, la sed de paz, de liberación: sólo él puede dar una respuest a las necesidades del hombre.
Basta con dirigirme a él reconociéndome incapaz de lograr mi felicidad por mi mismo.
¿ Daré el paso para aceptar en mi vida a Cristo?
Él me dice: Él me dice; Él que a mí viene , nunca tendrá hambre: y el que en mí cree, no tendrá sed jamás Juan 6:35
No hay comentarios:
Publicar un comentario