Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,Padre de misericordias y Dios de toda consolación.
El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones,para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación,por medio de la consolación con que nosotros somos somos consolados por Dios .
Porque de la manera que abunda en nosotros las aflicciones de Cristo,así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación
2 Corintios 1:3-5
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